23 de mayo de 2007

Butte-aux-cailles

No se puede mostrar la imagen “http://www.parijsonline.nl/parisinsolite/butteauxcailles1.jpg” porque contiene errores.



Aquí,
donde ningún animal ya me reconoce,
ni flor
ni piedra alguna,
y acaso ya nadie me reclama,
mientras regreso ¿a dónde?

de repente, dos palomas
se sostienen en mis ojos
y se posan mientras pican
los restos florecidos
de los vanos,


justo en el quicio que separa,
en lo alto verdecido

de la loma,
Providencia y
Esperanza.





2 comentarios:

Pablo Fante dijo...

Me declaro atónito por el cambio de estilo. Por la pluma del ave que se agita y relaja al emprender el vuelo.

Nigredo dijo...

Me llevó tu poema a la serenidad de la Butte-aux-Cailles y me trajo a la mente calles y días de París... Un abrazo muy fuerte desde el otro lado del Atlántico.

José Luis