19 de junio de 2007


















Tan inútil

la palabra tarde,

la palabra regreso,

las palabras
en tus manos exhaustas,

el rumor de los coches
en la calle

dejando el aire solo.

La mañana vendrá

y los geranios ahogarán
sus flores

en la luz más enferma.

Hay cuatro esquinas.

La casa tiene cuartos invisibles
que mancha la memoria,

días que se han colgado de mis venas.

Ahora que tan de cerca nos mira la muerte

me arrodillo en el borde
de tus ojos.

Te llamo con tu nombre olvidado.

Ahora que tan fija
mirada de la muerte,

¿ A quién alumbrarás?

¿A quién meces con tu voz
maniatada en la espera?

Deshabitado cuerpo del que aún nazco,

ausente, sin retorno,

en las facciones de mi sangre

buscan mis manos restos

de tu supervivencia.







18 de junio de 2007

Paisaje fónico I



hay una temperatura del aliento
como hay una apertura inaudible de la voz

afasias ardientes
que el aire arranca al paladar
como a una flor
los pétalos el viento


si de pronto
este cielo
de rojo se incendiase
y avivase cuanto canta
en llamas
su inminencia

posada en lo más alto
ardería la voz

como un estambre abrasado.



16 de junio de 2007

Realidad que estás y nunca estás



Oh, realidad que estás y nunca estás,

si en la conciencia toda huella bórrase

cual nube que arde en luces y devórase

ante el azul del cielo, sin edad;


si al corazón el ritmo desvarías,

sesgando al mismo tiempo un asidero

a las cosechas en que hallarte intento,

oh realidad que en noche creces días;


pero, si hallarte es un juego de heridas,

no quita al ojo, a los sentidos todos,

tu imagen floreciendo en las espinas:


es gozo, en realidad, saberse vario,

mundo más loco de incesante cambio

que renace gozando su partida.





Oh, realidad que estás y nunca estás,

sensación de quietud sobre la luz,

pasmo del aire quieto en el azul

que trenza los colores sin edad


en un albor de cúmulos brillantes:

su esencia ocultas, ojo inexpugnable

que a nuestros cuerpos traga con la duda

de nada ser, sino esta sed desnuda;


sed de tocarte, luz que a todo animas,

y que huyes cuando huimos de nosotros

queriendo asirnos mas dados al todo;


dónde mascarte, realidad de albores,

y hallar la esencia viva, las visiones,

la carne ardiente azul de nuestras vidas.




9 de junio de 2007

Place Léon Blum



Leyendo un gesto del aire



Hipnotizado por la danza
de una paloma lisiada,
por el movimiento que la piedra,
en hilos de sí, saliendo al encuentro
del vuelo despliega.

En mitad de la plaza,
perdido en su centro,
llega hasta tus oídos, silbada,
la música de tu lengua,

tres hombres la cantan,
la tierra que arrastran sus voces
graba en el aire
signos, números, trazas;

termina para ellos,
aquí, la tarde,
la negra jornada,
el duro fatigar
la sombra y la carne del pan.

Por un instante,
el sudor de sus labios evacua
el limo de sus voces
y asperja el corazón de tu oído;

en un movimiento imposible
injertas tu aliento en el polvo
que sus palabras exhalan,

plantas una semilla en el aire
y aguardas, en mitad de la plaza,
a solas, a que el silencio
como rocío
la riegue.





8 de junio de 2007

Sobre expuesto y mañoso



Segunda cueca Nigreda

para JP y F

Reporte a los Nigredistas
En noche de viernes, solo.
Qué triste escribir a veces
Y nunca ganarle al Colo.

Tanta gente que dice
No cacho ná
Cuando el verso parece
chicha encachá.

Esto no sirve, ay no,
Pa la gran masa,
Nadie se cura entero
Silbando en casa.

Pido a los Nigredistas
Más que revistas.

Todo sobre mi madre


I.

No en el infierno no queda
hacer aunque se pierda
tienen final e inicio,
¿eso de hacer mal alegra
al pelo?, Madre
tiempo, hambre Madre,
vigílame, vigílame de cerca
y yo haré más y las áreas
neutrales de ambos múltiples
ensayos aunque el cuerpo
se hunda.

II.

Cae verde de nuevo la lluvia
y la calle mojada y respiro aún
sediento de lejos se oye crujir
a un tronco de noche deseo
a lo lejos, caen palabras,
caen sin sonido en la calle
vacía al pasar, pueden
de lejos oír al tronco viejo
crujir, las hojas verdes
ven pasar luciérnagas y lejos
aún el incendio temprano
del bosque, frente a la rueda
abandonada al otro lado el último
trueno en blanco.