27 de marzo de 2007

la seca meseta inspira al vacío

Tras mítico viaje a Tongoy, presente soy en palabras.
Apoyo al igual el número de Nigredo oriental, a sabiendas que ningún número "temático" ha sido realmente impositivo, sino una dirección a la espera de composiciones sinceras, allende cualquier tema.
Quizá llegué yo a alguna reacción ante Juan Mascaró, Jean Varenne o Panikar. Quizá.
Sueño al igual con los toqueteos culturales entre la India y México.
En cualquier caso, esperemos que la confluencia santiaguina de Fante y Christian permita fertilidad literaria. Nos queda aquí como misión inmediata el hallar impresor al Nigredo de agosto 2007, lo que determinará las fechas muy próximas en que se harán necesarios los textos a editar.

Entre tanto, unos versos extraídos de la seca meseta mexiquense:


Solo, ante el vaso que me observa, oprime;
solo y sin vista sino este sabor
de vidrio amargo, que ya al fin soy yo
viéndome el ojo, reflejo sin límite;
solo sabor, de luz torneado el orbe,
agua y cristal ciñéndome la lengua
en los dolores de la transparencia
y en las burbujas, clavos de desorden:
que subyacentes el vacío trazan
como dagas al corazón dragando,
chispas que el vacío en la luz señalan;
mas, también, las ciegas lagunas, vahos
que nos nutren de misterio anhelado
y que son, en el fondo, la esperanza.


Fante

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