
y acoplábase la voz
estremecida a la mañana
y sus pechos como dos gacelas
y la aurora el cielo
en luces desangraba
y allí fuiste concebido
de aquella misma voz
de aquellas sílabas del ángel
silbadas por la luz
tejidas por la música
que el verbo en la lengua
de tu madre deslizaba
EO
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