15 de marzo de 2008

Previo a visita médica



Mi cuerpo se me está cayendo, el bruto,
y del lumbar se va partiendo a rumbos
de más tumbar que en círculos concéntricos
un columnar alzar fértil y huevos:

¿entero cáigome, o es sólo este yo
que corpóreo se ríe de que amó
vivir para caer: de que ovulado
amó hasta que se quebró el espinazo?

De tanto ir y venir, las bestias veo
romperse huevos y me excito al ser
de hueso escarcha en llamaradas: piel

tierna en rocío escanciada y reflejo
de mí en ruinas aunque me piense más,
aire, que excita vivir para amar.







Derrúmbome por tumbos, nube el hueso,
discos que alzados me enterizan, dudan:
mi mente túmbase por la columna,
mente cual médula si duda el cuerpo:

te extraño, lácteo nacer de alba azul,
cuerpo en bulbos esperanzados, tú:
mi rosa dermis que te alejas dura,
hoy pergamino, juventud en lluvia;

se derrumba mi columna y mi mente
con ella en discos se ralla y se desprende,
temblor de hueso, temblor de la carne;

presiento la caída: ante mi propio
soplo el ser hoja en piel terrosa; soplo
en los discos y vacío la sangre.








Quiero ser;
qué ganas de existir, como lo hago,
y aun más:
existir de mi cuerpo desbordado;

y siempre en el lenguaje ir creciendo:
placer de la expansión más loca
de un cuerpo de músculo desbordado,
de mí mismo vacío penetrado;

¿qué hacer pues del dolor en mis lumbares,
en la zona de nervios y raíces?
Qué hacer sino asentarme, ya no ser,

para que cesen de actuar y con ellos
cese yo de creerme esto; beber
y respirar me dan el movimiento.

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