2 de mayo de 2008

Azul














A Li He


Preguntamos, de nuevo, al azul,
al estallido blanco de sus ramas,
a sus súbitas o inesperadas dilaciones.
Formas que a un tiempo
delirio y claridad acariciaran.
Mas no alcanza la vista
a libar el vuelo del ave, que nieva
de primavera lo verde.
Acaso el color
coseche su luz también en el tiempo,
y sólo un cuenco vacío de jade
pueda al fin recibir, disponible,
todo el rocío del cielo.


1 comentario:

Nigredo dijo...

Pasadizos que unen a Rubén Darío con la antigua poesía china. No le hubiera disgustado al nicaragüense tan vínculo. Por París ya llega la primavera. Lo mismo por Annandale, donde todo ya verdea después de tanta dureza invernal. Aquí, para nuestros innúmeros lectores, exhibo una prueba de ello y queden ambos poemas como homenaje de ambos a la nueva estación que tantas alegrías y nuevos pájaros procura.
Un abrazo

José Luis