12 de diciembre de 2007
Entre AUA y un fulgor
Días de polvo de hueso,
noches de óxido estelar,
nos tragamos a la médula,
nos chupamos entre sombras:
reluce la calva al sol
y el alma de estrellas verdes
se adentra, chispea, calla,
de luz y sombra atraída;
y ya en sí perdida se halla,
que es alma de tierra el cuerpo,
y alma de Dios nuestro adentro;
en podredumbre de alas
nos sembramos a un camino
de verdes flor y ceniza.
fante
3 de diciembre de 2007
Tivoli Bays
Como un tacto de ausentes
que desde dónde hiciera
más abierto el paisaje a mi decir
una palabra en su destino huérfano
deja en mi voz una antigua tibieza
en soledad, por Annandale,
cuando miro los cormos quebrados anegándose,
el espacio a la vez ensanchado y angosto,
los esteros, su lumbre de gramíneas,
en la estación que pudre y que palpita
entre dos equinoccios la fuga de su luz.
Una palabra en su legado oscuro
a mi través se entibia hasta tocar
con mi respiración en lo alto de noviembre,
una palabra respirada en mí,
incisura en un cuerpo de agua o aire,
sobrevivido roce o perecible
como una mano que tocara un olmo.
Inabarcable, angosta,
la realidad del valle deshojándose,
tremor de barros movedizos, llama,
desde el fondo pausando su susurro
y es un responder solo
en el embarcadero,
mano tendida o tibia,
palabra ingrávida de mí.
Quedarse quieto en ella,
ausentarse hacia el aire,
ser respirado
por la inmensidad.
JLC
Ubi odium...
HE ACARICIADO cuerpos de bultos que apenas respiraban - he maldecido en silencio a la noche - la estela ciega de sus pájaros - he supliciado con mis ojos brotes que agonizaban - he lamido la luz con el mismo odio con que el vino madura hacia el rojo - he amanecido en los brazos carcomidos del ángel - me he asegurado de que nadie siguiera mis pasos y en la última rama del árbol he preparado todo para que una soga adoctrine a las aves sobre el blanco hedor de la muerte.
E.O.
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